Cómo freír un huevo

No todo el mundo sabe cómo freír un huevo. Y es que hay veces en que no es una tarea para nada fácil. La cáscara del huevo que se rompe, el aceite que salta, el huevo que se rompe dentro de la sartén… Son un montón de cosas las que pueden pasar cuando te pones a freír huevos para que tu huevo no quede como a ti te gustaría.

Hay gente que tiene una facilidad innata e increíble para freír huevos. Pero si tu no eres de esas personas, en este artículo te vamos a enseñar cómo freir un huevo. Además de algunos trucos extras para que tus huevos fritos siempre queden perfectos.

Antes de freír un huevo

  • Es preferible que los huevos estén a temperatura ambiente antes de freírlos. No siempre nos acordamos de sacar los huevos de la nevera unas horas antes de freírlos, pero es importante. Que el huevo esté a temperatura ambiente facilitará mucho el proceso de freírlo. Que el huevo esté a temperatura ambiente ayuda a que se fría mejor porque, si está frío, el cambio de temperatura hará que el aceite salte más. Y a nadie le gusta que le salte aceite a la cara mientras está haciendo la comida. Por eso, intenta acordarte siempre de sacar los huevos de la nevera antes de freírlos. Este truco no te va a garantizar que el huevo te quede perfecto, pero por lo menos sabes que no correrás peligro a la hora de que el aceite salte o no.
  • Es mejor que el huevo se casque antes en un cuenco o plato. Este es un error muy común; cascar el huevo directamente en la sartén. Es cierto que, durante toda nuestra vida, hemos visto a nuestras madres, a nuestros padres, abuelas y abuelos y a todo el mundo en general, cascar el huevo directamente en la sartén. Pero es una práctica que está en nuestra mano cambiar. Si cascamos el huevo directamente en la sartén corremos el riesgo de que, al caer de golpe, el aceite hirviendo nos salpique. Además, cuando lo hacemos de esta forma, el huevo no se cocina por igual. Siempre suele caer antes una parte de la clara, de forma que esta parte se empieza a cocinar antes. Y el resultado será que el huevo tenga una parte un poco más cocinada que todas las demás. En cambio, si cascamos el huevo en un cuenco y después lo echamos a la sartén, sabemos que el aceite no nos va a salpicar. Además, haciéndolo así, hay menos probabilidades de que el huevo se rompa. Ya que no tenemos que estar pendientes de quemarnos o no con el aceite.
  • Es muy importante que el aceite esté muy caliente antes de echar el huevo. Si la temperatura de la sartén no está caliente, el huevo no se freirá igual. Ten paciencia y espera a que el aceite esté caliente. Sabrás que se ha calentado lo suficiente cuando empiece a chisporrotear. Cuando veas que está en este punto, es hora de freír el huevo.

¿Cómo freír un huevo?

A continuación vamos a explicar cómo freír un huevo:

Instrucciones para freír un huevo

  1. Lo primero que tenemos que tener en cuenta a la hora de freír un huevo es elegir bien la sartén. Para que nuestro huevo quede perfecto es imprescindible utilizar una sartén que sea antiadherente. Esto es más importante de lo que creemos. Ya que si utilizamos una sartén de hierro antigua o cualquiera otra que sea nueva pero no sea antiadherente, el huevo fracasará y se quedará pegado en la sartén.
  2. Ahora, el segundo paso que tenemos que dar es echar aceite en la sartén. Echamos un chorro de aceite, el suficiente para que cubra la base de nuestra sartén. La mejor opción a la hora de elegir el aceite que vamos a utilizar para freír nuestro huevo es el aceite de oliva virgen extra. Es uno de los aceites más sanos y le dará un sabor particular a nuestro huevo. Intentaremos evitar los aceites vegetales, que no freirán el huevo de la misma forma. Ponemos la sartén al fuego y esperamos, como hemos comentado antes, a que coja calor. Recordemos que tenemos que esperar a que el aceite esté bien caliente.
  3. Mientras el aceite se caliente, vamos a coger los huevos. Los huevos que tendremos a temperatura ambiente porque los hemos sacado de la nevera hace unas horas. Cogemos un plato hondo o un cuenco y lo cascamos dentro. Y ahora, aprovechando que ya lo tenemos cascado en el cuenco, echamos un poco de sal en la yema. Si echamos la sal cuando el huevo esté en la sartén corremos más peligro de quemarnos. Por eso lo mejor es echarlo cuando esté en el cuenco.
  4. Ahora es el momento de echar el huevo en la sartén. Para hacerlo, cogemos nuestro cuenco o nuestro plato con el huevo ya cascado y salado y lo echamos en la sartén. Cuando el huevo entre en contacto con el aceite, oirás cómo chisporrotea. Pero será un sonido suave. Al tener los huevos a temperatura ambiente, no saltará el aceite ni oirás chisporroteos fuertes.

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  5. Cuando el huevo ya esté en la sartén, dejamos que se cocine sin tocarlo. Podremos observar cómo la parte de la clara que es trasparente se va volviendo blanca y opaca. Mientras dejamos que se cocine la parte de abajo podemos ir reventando las burbujas que se vayan formando (si se forman) con una espumadera. Cuando pase un minutos aproximadamente, la clara ya estará cocinada.
  6. A continuación hay que cocinar la yema. Hay dos opciones. Bien puedes inclinar la sartén hacia un lado y dejar que el aceite caliente toque la yema, para ir haciéndola. También puedes echar un poco de aceite caliente de la sartén en la yema con la ayuda de la espumadera. De esta forma, la yema de nuestro huevo se irá haciendo con el contacto del aceite. La segunda opción la suelen hacer las personas que prefieren que la yema no se haga con el contacto del aceite. Consiste en tapar la sartén con una tapa y dejar que el vapor de la cocción vaya cocinando la yema. De esta forma, la yema seguirá líquida, pero cocinada. Para saber que la yema está lista, levanta la tapa cuando hayan pasado un minuto o dos y toca ligeramente la yema con el dedo. Cuando tenga consistencia y esté dura, estará finalmente hecha.
  7. Para finalizar, apaga el fuego. Coge una espumadera y retira el huevo de la sartén. Ponlo en un plato y ya tienes un perfecto huevo frito hecho.

Como has podido observar, freír un huevo tiene más trabajo del que pudiera parecer en un principio.

Un último consejo sería que para que te queden unos huevos fritos perfectos, intenta freírlos de uno en uno. Ya que si fríes varios a la vez, el resultado podría no ser el mismo.

Siguiendo todos estos consejos y trucos lograrás que tus huevos fritos sean los mejores. Ya verás como todos te pedirán que siempre seas tú quien los haga.

Esperamos que este artículo os haya sido de gran ayuda.

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1 Comentario
  1. daniela dice

    Muy buena pagina me a encantado♡♥

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