Cómo lavar bien el arroz

¿Sabías que el lavar el arroz es una práctica que proviene de nuestros abuelos? Una tradición que ha pasado de generación en generación y que ha tenido diferentes usos; no solo se utiliza para limpiar el arroz, sino que también es considerado al momento de preparar un platillo especifico.

Anteriormente no existía la tecnología que implementan las grandes empresas arroceras al momento de empacar sus granos, lo que hacía que el arroz llegase a nuestras manos con restos de impurezas propias del momento de recolectar la cosecha.

De allí proviene la costumbre del lavado del arroz. Aunque en actualidad la preferencia es utilizar el arroz directamente de su empaque, gracias a la normativa de la industria que previene los riesgos de la presencia de agentes ajenos al arroz, siempre hay quien conserve la costumbre de lavarlo.

Lavar el arroz es una técnica que no solo ha quedado fijada por la costumbre, sino que ha sido adoptada por quienes se preocupan por su salud, aunque muchas veces desconocen la realidad del uso del lavado del mismo.  Lavar el arroz es un procedimiento sumamente sencillo, que podrás seguir según tus necesidades.

Algunos tipos de arroz como el enriquecido, vienen cubiertos de vitaminas y nutrientes, por lo que, al lavarlo, retirarías los beneficios del cereal. Por lo que nos hemos visto envueltos en la increíble polémica de lavar o no el arroz. Pero si tu decisión es lavarlo, con simples pasos podrás conseguir el resultado esperado. Y aunque el lavarlo altere el resultado final, podremos aprovechar en mayor medida la absorción de los nutrientes del mismo.

Instrucciones para lavar bien el arroz

No importa si tienes poco tiempo para preparar tus comidas, con estos sencillos pasos dejaras tu arroz limpio y listo para cocinar.

  • Toma un tazón limpio y grande, que te permita remover con facilidad el arroz.
  • Vierte en el tazón la cantidad de arroz que vayas a utilizar.
  • Llena el tazón con agua del grifo hasta que cubra por completo el arroz. Por lo general el agua que se utiliza es el doble de la cantidad del arroz.
  • Sumerge tus manos limpias en el agua con arroz haciendo movimientos de roce, buscando que el almidón salga. El agua se tornará de color blanco turbio.
  • Con cuidado, inclina el tazón y bota el agua blanca que acabas de obtener. Si prefieres guarda esta agua de arroz y podrás reutilizarla para otras recetas
  • Vuelve a llenar el tazón con agua del grifo y repite el mismo procedimiento. Deberás realizarlo tantas veces como sea necesario hasta obtener que el agua esté clara. Dependerá inclusive del tipo de arroz que hayas utilizado y su procesamiento las veces que tengas que repetir este paso.
  • Toma un escurridor o cestillo y vierte en él el arroz para que se seque bien. Allí puedes dejarlo algunos minutos mientras montas el sartén en tu cocina.
  • Dependiendo del modo que desees preparar tu arroz, considera el tiempo que lo dejes en remojo, ya que para algunos platillos necesitaras que el arroz contenga o no su almidón.

Limpiar bien el arroz te dará una textura perfecta y esponjosa del mismo. Si tienes tiempo puedes considerar dejar el arroz en remojo durante unos 30 minutos para que la humedad penetre en el grano, reduciendo el tiempo de cocción.

¿Que necesitas para lavar bien el arroz?

Ya es considerado costumbre en muchas cocinas el lavado del arroz, ha sido una técnica que nuestras madres nos enseñaron y a ellas sus madres. Pero esta práctica del lavado del arroz, no solo se realiza por el tipo de plato que se vaya a preparar sino, además, por la eliminación de almidón y arsénico natural que éste contiene.

Si consideramos el tema de la salud, el arroz ha sido estudiado por su contenido de arsénico inorgánico que puede llegar a ser cancerígeno. Este cereal puede acumular 10 veces más arsénico que otros cereales, aunque sus niveles son muy bajos para causar daños en corto plazo según lo reseña la Administración de Drogas de Alimentos de Estados Unidos (FDA). Tomando en cuenta esto, es recomendable lavar el arroz, sobre todo en países donde la base de su dieta es el arroz, como por ejemplo en el este, sur y sureste de Asia, Oriente medio, África, América latina, las Antillas y algunos países de Sudamérica.

El arsénico se elimina hasta en un 74% no solo lavándolo hasta que pierda el color blanquecino del agua, sino sancochándolo con una cantidad del doble de agua por taza de arroz. El cereal no perderá sus nutrientes y obtendrás un resultado delicioso.

En cuanto al tema culinario, lavar el cereal, altera el resultado final de la preparación del mismo. Esto viene dado por que al lavarlo retiramos la capa de almidón natural que posee el arroz. Desde este punto de vista entonces, solo será necesario lavarlo dependiendo el tipo de preparación que vayas a realizar. Por ejemplo, si requieres cremosidad y consistencia en tus platillos, lavarlo no es tu mejor opción. Si, por el contrario, necesitas que tu arroz sea más suelto y seco lavarlo será un aliado para tus comidas.

Consejos para lavar bien el arroz

Lavando según el tipo de arroz

Por la forma del grano:

  • Grano largo: no se pega con facilidad por lo que lavarlo es recomendable, a menos que se trate de un arroz aromático. Tiene alto contenido de amilosa lo que hace que lavarlo ayude a una mejor cocción. Estaríamos hablando del arroz jazmín, el ferrini y el arroz basmati.
  • Grano corto: contiene menor cantidad de amilosa por lo que lavarlo quedará a tu criterio. Es el usado regularmente en la cocina española, entre ellos podemos mencionar el arroz Carnaroli y el arroz Bomba.
  • Grano corto: ya que sus granos se adhieren entre sí aún a temperatura ambiente, es recomendable lavarlos según el uso que vayas a darle en tu cocina. Entre ellos podemos mencionar el arroz Arborio y el Vialone Nano.

Por su aroma, textura y color:

  • Arroz aromático: no es recomendable lavarlo porque perderían los ácidos volátiles causantes de delicioso aroma que desprenden. Entre ellos encontramos el arroz bastami y el jazmín, expandiéndose la demanda de exportación por toda Europa.
  • Arroz negro: es recomendable lavarlo varias veces para que su cocción sea más rápida, ya que, por ser un arroz integral, contiene una capa de salvado. Entre ellos podemos mencionar el arroz balinés y el tailandés o chino.
  • Arroz glutinoso: no es recomendable lavarlo dado que sus granos con la simple cocción llegan a desintegrarse.
  • Arroz rojo: lavarlo será tu mejor opción, ya que, por ser un arroz integral, sus granos contienen una capa de salvado o afrecho adherido al mismo. Lavarlo te dará una cocción más rápida y si lo dejas en remojo, mejor aún. Entre ellos podemos encontrar el arroz tai o himalayo y el arroz butanés.
  • Arroz integral: es recomendable lavarlo debido a su dureza. Es mucho más nutritivo que el arroz blanco.
  • Arroz arborio: no es recomendable lavarlo, aunque puede a absorber mucha cantidad de líquido sin ablandarse demasiado. Es considerado uno de los arroces más finos.
  • Arroz blanco: lavarlo queda a tu criterio, pero ya en este punto, el arroz blanco ha perdido gran cantidad de elementos nutritivos como hierro, zinc y tiamina en su procesamiento. Por ello se dice que el arroz pardo o integral es más nutritivo.

El arroz y sus beneficios

El arroz es el cereal con más de 40,000 diferentes tipos entre texturas, aromas, tamaños, colores y formas. Es el alimento básico más importante considerado mundialmente, rico en minerales como el potasio, hierro, selenio, sodio, cobre, manganeso y calcio. Posee vitaminas como la tiamina, niacina y el ácido pantoténico.

El arroz contiene carbohidratos que proporcionan energía y actúan como combustible para nuestro cuerpo, aumentando su buen funcionamiento y la actividad metabólica de todos los órganos, inclusive ayuda al funcionamiento normal del cerebro por su bajo contenido en grasas saturadas y colesterol.

Induce la pérdida de peso y previene la obesidad como parte de una dieta equilibrada gracias a sus nutrientes y su impacto en la salud. Su bajo contenido en sodio lo hace ser considerado como un excelente alimento para quienes padecen de hipertensión; el sodio causa que las venas sufran contracciones aumentando el estrés y la presión arterial.

Su contenido en fibra previene enfermedades del tracto digestivo y desordenes intestinales. Previene el estreñimiento y ayuda a eliminar toxinas de nuestro cuerpo como el ácido úrico, reduciendo la posibilidad de una enfermedad cardiovascular.

La cocina es un mundo mágico, donde puedes crear cosas nuevas y maravillosas. El arroz como cómplice en esta oportunidad nos brinda un sin número de opciones. Aunque cocinarlo no es una tarea sencilla, puedes encontrar el punto exacto de perfección como resultado con la simple decisión de lavar o no el mismo. Es importante, además, considerar siempre el resultado que deseemos para escoger el tipo de arroz que debemos utilizar.

Al final de cuentas lavarlo o no solo dependerá de ti.

¿Te ha gustado?

Deja un comentario

Tu dirección de email no será publicada.