Cómo hornear bizcocho

Una de las cosas más importantes cuando se va a preparar un bizcocho es tener en cuenta cómo se hornee, su masa, la temperatura… no es una tontería, de hecho, no esperar el tiempo suficiente de horneado y respetar los tiempos antes de abrir el horno, hace la diferencia entre un bizcocho bien hecho, con la masa esponjosa, a que se baje el volumen del bizcocho, quede crudo por dentro, se ahueque, etc. Lo mismo pasa como quede después de pasar un buen rato en la cocina, un bizcocho horrible, duro e incomible.

En el fondo, con algunos trucos y/o consejos y con la práctica, se termina haciendo un bizcocho horneado perfecto o por lo menos, casi. Ante todo, hay que tener en cuenta lo más importante el horneado, la masa para el bizcocho y los ingredientes. Dicho esto, el horneado y cómo se prepare, juega un papel fundamental.

Y, sobre todo, si el primer horneado no te sale como te hubiera gustado, no te desanimes ni tires la toalla. Sólo sigue intentándolo, verás cómo le coges rápidamente el truco y podrás deleitarte de unos bizcochos buenísimos.

Instrucciones para hornear bizcocho

  1. Antes de empezar con el horneado del bizcocho hay que tener en cuenta los ingredientes y para qué salga bien hay que hacerlo siempre con éstos a una temperatura que sea ambiente. No es una tontería, de hecho hacerlo con ingredientes fríos o calientes, puede echar a perder el bizcocho.
  2. No hace falta que se tengan que comprar los ingredientes al momento, sólo bastará con que los ingredientes se saquen de la nevera una media hora antes o unos minutos (más que suficiente) para que no termine cuajándose la masa o cortarse.
  3. Otro fallo que se comete la mayoría de las veces es realzarlo en exceso con un sabor dulce. Al ser todo tan dulce es conveniente echarle a la mezcla un pequeño pelín de sal. No quedará salado ni tampoco se notará el gusto a sal. En cambio, acentuará más el sabor dulce.
  4. Un toque especial aromático lo puedes dar tu mismo/a con un poco de esencias que puedes poner tu mismo a tu antojo. Puedes utilizar las más típicas, como son las esencias de vainilla o bien, utilizar algo más casero y barato como es la ralladura de limón, la ralladura de naranja, la canela, etc.
  5. Ahora viene lo más importante para saber hornear correctamente un bizcocho y que no se eche a perder. Tened en cuenta que es sumamente importante el aire en la masa. Si se hace así, el bizcocho quedará muy esponjoso.
  6. Importante para que la masa tenga aire. Para conseguir eso sólo se puede hacer con un buen batido. Y eso se consigue a su vez, batiendo bien los huevos (ingrediente básico e imprescindible para un bizcocho), añades después la harina, el azúcar, una pizca de sal y bate bien todo.
  7. ¿Cómo sabréis que la masa está con el aire necesario? Es más sencillo de lo que parece. Lo veréis a simple vista porque la masa habrá duplicado su volumen (tamaño) y será el doble de antes. En ese momento, sabréis que la masa ya tiene aire.
  8. Los pasos fundamentales para que no se cuaje, no quede crudo por dentro, no se queme, no baje y quede chafado, esté esponjoso, no esté duro, seco…etc. Para que no ocurra nada de esto (que muchas veces ocurre) el horneado es el punto vital del proceso.
  9. Mientras estés preparando la masa del bizcocho y toda la preparación, puedes ahorrar tiempo en el horneado y poner a calentar el horno. No más de 180ºC. Así, cuando hayas terminado de preparar la masa, ponlo de inmediato dentro del horno.
  10. El horno déjalo como ya dijimos a unos 180ºC. Con esa temperatura es más que suficiente, pero que el calor esté arriba y abajo. De este modo, el bizcocho se hace por ambos lados a la vez.
  11. No lo coloques nunca arriba del todo, porque o bien se acabará quemando o se hará mucho por arriba y quedará crudo por dentro. Tampoco lo dejes en la parte inferior. El lugar idóneo, debería ser la zona central.
  12. Importantísimo que siempre se comenta pero que no es la primera vez que, por ansia, por desconocimiento, por olvido… sin querer ni pensar, se abre el horno mientras se está horneando el bizcocho. ¡Error! Nunca, nunca, abráis el horno. Si se hace, el bizcocho bajará de volumen y ya no lo recuperará o todavía peor, se deformará. Esperad el tiempo estimado y no os la juguéis.
  13. Mientras ha pasado la mitad del tiempo de horneado si observáis que el bizcocho se está dorando en exceso, es que la temperatura del horno está muy alta. Podéis bajarlo a unos 150ºC o bien, podéis colocar sobre el bizcocho, una lámina de papel de aluminio. Esto sirve para que el bizcocho no se hornee más por esa zona que habéis tapado, pero por las demás partes, si se irá haciendo. De lo contrario, acabaría quedando el bizcocho seco o quemándose.
  14. Hasta que no se coge práctica, horneando, es un poco complicado saber cuánto tiempo exacto se debe dejar el bizcocho horneándose. Por lo general hay unas pautas que os pueden servir de ayuda, así que os las decimos. Si habéis preparado un bizcocho de supongamos, es de unos diez centímetros se multiplica estos centímetros por siete minutos. En ese caso, el tiempo del horneado, serían setenta minutos. El calculo que dicen muchos pasteleros es que se calcule por cada centímetro de bizcocho, siete minutos.
  15. Una vez ya horneado el bizcocho es igual de importante el cómo se hornea y el cómo se refrigera. Es muy importante tomarse el tiempo adecuado para que vaya perdiendo calor. ¡Por supuesto, no lo dejéis nunca dentro del horno! Porque, aunque lo apaguéis, el horno sigue caliente y el bizcocho se acabará quemando.
  16. Se saca del horno el bizcocho, se coloca sobre una rejilla del horno (que se llaman de enfriado) y se deja a temperatura ambiente (nunca dentro de la nevera).
  17. Lo idóneo, es que se esperen unos minutos o media hora y tras haberse enfriado, se puede desmoldar y/o cortar. Si se hace caliente, aparte de poder quemarte, se te romperá el bizcocho y se puede deshacer.

¿Que necesitas para hornear bizcocho?

  • Molde para el bizcocho.
  • Un horno.
  • Bandeja para el horno.
  • Un cuchillo para desmoldarlo.
  • Un palillo.
  • Una rejilla para enfriar el bizcocho.
  • Un plato.
  • Un trapo o una manopla de cocina para no quemarte mientras saques la bandeja del horno y/o el molde con el bizcocho.
  • Una bolsa hermética o un recipiente hermético para poder conservarlo sin que se quede duro o se seque.

Consejos para hornear bizcocho

Para poder conservar en buen estado el bizcocho y poder disfrutar durante varios días, es imprescindible, una buena conservación. En este caso, el bizcocho sólo cuando ya esté frío (nunca caliente ni templado), se puede guardar en un recipiente hermético, bolsa hermética, etc.

Otro truco para que el bizcocho no se saque del horno antes de tiempo o esté crudo, es poder ir comprobándolo mediante un palillo. Es muy fácil, sólo ten cuidado de no quemarte. Coge un palillo y pincha en el bizcocho. Si sale el palillo con restos de bizcocho, es que está en su interior crudo. Si sale el palillo completamente limpio, es que está en su punto justo. Ya podrás retirarlo.

¿Te ha gustado?

Deja un comentario

Tu dirección de email no será publicada.