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El licor en todas sus variedades es una bebida que tomamos en ciertos momentos del día en el que nos relajamos y nos apetece gozar de un tiempo de tranquilidad saboreando está exquisitez. Y es que después de comer, a media tarde o una vez terminada la cena es muy posible que nos apetezca tomar algún licor en chupito o bien, con hielo. En este caso, podemos escoger entre una gran variedades de licores: orujo de hierbas, crema de orujo, licor de manzana o de cualquier otra fruta, licor de café, etc. De hecho, la variedad que tenemos es innumerable, ya que a día de hoy existen licores de todo lo que te puedas llegar a imaginar. Aun así, los típicos como el orujo de hierbas o el licor de café se mantienen entre los de mayor éxito, pero la verdad es que como un licor casero no hay nada. Ambos licores son digestivos, pero es cierto que el de café es ideal para después de los apetitos, puesto que en nuestra sociedad tenemos una gran cultura del café. Por ello, si te apetece hacer un licor suave y con buen sabor escoge el de café. Y es que hoy en doncomos.com te explicamos cómo hacer licor de café para enamorar aquellos amantes del café con una bebida casera.
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