4 galletas deliciosas y fáciles de hacer
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Luego de una buena comida, es normal sentir el deseo de comer algo dulce. De ahí que, en muchos países, sea parte de su costumbre servir el tan esperado postre.
Este plato, no necesariamente debe ser el mismo siempre. Así como solemos variar nuestras comidas a diario, para no aburrirnos, el postre tampoco es el mismo todo el tiempo. De hecho, si fuera así, no sería tan esperado.
Algunos de los postres más sabrosos y populares son el flan, la tarta, la natilla, etc. No obstante, entre estos, algunos podrían preferir unos y otros no. Sin embargo, el gran favorito de todos son las galletas.
Sí, las galletas son un postre muy versátil, ya que las hay de distintos tipos y presentaciones. Las más comunes son las de vainilla y las de chocolate. Pero, en realidad, hay una variedad muy grande para escoger.
Son ideales para disfrutarlas por la tarde con un café. Y, si tienes visita en casa, no te fallarán. Pues, a la mayoría de las personas suelen gustarles. Por eso, es indispensable que cuentes con, al menos, un par de recetas de galletas para que las hagas en momentos especiales o, simplemente, cuando tu paladar te lo pida.
En este artículo, estaremos compartiendo contigo 4 recetas de galletas, todas muy deliciosas y distintas la una de la otra. Esto te dará la oportunidad de contar con una carta bajo la manga, para satisfacer los gustos de tus comensales, hasta de los más críticos.
Puesto que estas galletas no son las que todo el mundo sabe hacer, vale la pena que dediques un par de minutos a leer estas recetas. Además, no son complicadas y están listas en un abrir y cerrar de ojos. De seguro, no te arrepentirás. Por eso, sin más preámbulos, pongamos manos a la obra.
Instrucciones
Tal como ya lo hemos mencionado, hay muchos tipos de galletas. Las puedes encontrar dulces o saladas, crocantes o suaves, simples o rellenas, varían en forma y color. En pocas palabras, las hay para todos los gustos.
Cabe destacar que, no siempre la galleta fue tal y como la conocemos hoy día. En el pasado, será una oblea plana y delgada, de consistencia dura y de forma cuadrada, la cual se cocinaba dos veces. Era considerada como un sustituto del pan debido a su sabor, su calidad, conservación, precio y fácil transporte.
En la actualidad, la galleta es un alimento muy popular que se encuentra en cualquier parte del mundo, en distintas presentaciones. Por lo general, está hecha de harina, mantequilla y azúcar, pero también se le pueden incorporar otros ingredientes.
Galletas rellenas de mermelada
- Lo primero que tienes que hacer tamizar, en un recipiente, la harina junto con el polvo de hornear. Esto se hace con la finalidad de que no se formen grumos en la mezcla. Luego de hacerlo, reserva.
- Precalienta el horno a unos 180 °C.
- En otro recipiente, mezcla la mantequilla junto con el azúcar.
- Añade el huevo y la esencia de vainilla. Cuando lo hayas hecho, continúa mezclando hasta que todos los ingredientes se integren bien.
- Agrega poco a poco la harina y mezcla hasta que se haya integrado. Si notas que la harina aún está muy húmeda o su aspecto es pastoso, sería conveniente que le agregues un poco más de harina.
- Cuando la masa esté lista, envuélvela en papel film y deja que repose en la nevera por unos 30 minutos.
- Cuando haya transcurrido el tiempo, sácala de la nevera y colócala sobre una superficie que esté previamente enharinada.
- Con la ayuda de un rodillo, extiéndela hasta darle el grosor deseado.
- Usa un cortador de galletas o una tapa para cortar la masa. Luego, con el dedo, hazle un hoyo en la mitad. Este será para agregar la mermelada.
- Coloca una cucharada de mermelada a cada galleta y ponlas una por una sobre una bandeja enharinada.
- Llévalas al horno por unos 15 minutos. Transcurrido el tiempo, asegúrate de que ya estén listas. Puedes hacerlo, introduciéndoles un palillo. Si sale limpio, será el momento de sacarlas del horno.
- Déjalas enfriar y disfruta de ellas. Puedes hacer estas galletas con mermelada casera o con la que se puede comprar ya lista en el supermercado. Pero, si quieres hacerla tú mismo, este es el procedimiento a seguir; coloca la pulpa de tu fruta favorita en un tazón y tritúrala bien.
- Pon a hervir, en una olla a fuego lento, la pulpa triturada, un poco de agua y azúcar. Remueve constantemente hasta que haya hervido y se vea espesa.
- Luego, retirala del fuego y permite que se enfríe para añadirla a las galletas.
Galletas libanesas
- El primer paso es poner en un recipiente la mantequilla a temperatura ambiente, azúcar glass y agua de azahar.
- Luego, añade la harina y mezcla bien hasta conseguir una masa homogénea que no se pegue en los dedos. Si es así, entonces será necesario agregar un poco más de harina.
- Divide la masa en pequeñas bolitas y colócalas sobre una bandeja de horno previamente enharinada.
- Con la ayuda del dedo pulgar, hazles un hoyo en el centro y llévalas a la nevera hasta que se enfríen.
- Mientras tanto, prepara el relleno con los frutos secos, el azúcar glass y la canela.
- Sácala las galletas de la nevera y ponles media cucharadita de relleno a cada uno. Después, llévalas al horno a 180 grados por 20 minutos, hasta que comiencen a tomar color.
Con la ayuda de esta receta, dejarás impactados a tus invitados y todos querrán comer una más, ya que poseen un sabor único.
Galletas de jengibre
- Derrite la mantequilla y bátela con el azúcar. Sigue revolviendo hasta que una mezcla suave.
- En otro recipiente, bate el huevo junto con la melaza.
- Tamiza la harina y añádela a la mezcla de huevo y melaza.
- Agrega el jengibre, el bicarbonato, la canela, los clavos de olor y una pizca de sal.
- Cuando hayas formado una mezcla homogénea, integra la mantequilla con el azúcar.
- Divide la masa en dos partes y dales forma de cilindro.
- Coloca azúcar sobre una bandeja con papel de horno y haz rodar los cilindros de masa sobre ella.
- Hornea a 180 grados por unos 10 minutos, hasta que se doren.
- Sácalas de horno y corta las galletas rápidamente, de acuerdo al grosor que quieras darles y deja que se enfríen para luego comer.
Pero, no todas las recetas de galletas tienen que ser dulces. Aquí les dejamos una receta de galletas saladas, para quienes quieran repartirlas como tapas en una reunión familiar.
Galletas saladas de aceitunas
- Corta las aceitunas negras deshuesadas en trozos pequeños. La idea es que, al comer las galletas, puedas encontrar trocitos de aceituna dentro de ella.
- En un recipiente, mezcla la harina tamizada, las aceitunas, el polvo de hornear y la sal.
- Añade el aceite de oliva y la yema de huevo. Mezcla bien hasta conseguir una masa homogénea.
- Estira la masa, envuelvela en papel film y llévala a la nevera por una hora.
- Precalienta el horno a 190ºC.
- Saca la masa de la nevera, córtala en dos y estira una de las masas sobre una superficie enharinada. Corta las galletas y ponlas sobre una bandeja con papel para horno.
- Llévalas al horno por unos 12 minutos, hasta que los bordes se vean dorados.
- Pasado el tiempo, sácalas del horno y ponlas a enfriar sobre una rejilla.
Que Necesitas
Si quieres hacer las galletas rellenas de mermelada de fruta, esto será lo que necesites para ello:
- Un huevo.
- ½ taza de azúcar morena.
- 1 ½ taza de harina de trigo.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.
- 1 cucharadita de polvo de hornear.
- 180 gramos de mantequilla.
- 350 gramos de mermelada.
Para las galletas libanesas, necesitarás:
- 200 gramos de mantequilla.
- 280 gramos de harina de trigo.
- 100 gramos de azúcar glass, dividido en 70 gramos para la masa y 30 para el relleno.
- 2 cucharaditas de agua de azahar.
- Un puñado pequeño de almendras picadas.
- Un puñado de piñones.
- ½ cucharadita de canela en polvo.
Si decides hacer galletas de jengibre para navidad, o para cualquier ocasión, debes tener a mano estos ingredientes:
- ½ taza de harina de trigo.
- 3 cucharaditas de jengibre picado o molido.
- 1 taza de azúcar.
- ¾ de taza de mantequilla.
- ¼ de taza de melaza.
- Media cucharadita de canela molida.
- Clavos de olor.
- Una pizca de sal.
- Una cucharadita de bicarbonato de sodio.
Pero, si prefieres hacer las galletas saladas, vas a necesitar estos ingredientes:
- 400 gramos de harina de trigo.
- ½ cucharadita de sal.
- 1 cucharadita de polvo de hornear.
- 1 cucharadita de hierbas aromáticas.
- 100 gramos de aceitunas deshuesadas.
- 150 ml de aceite de oliva extra virgen.
- Una yema de huevo.
- 2 cucharaditas de agua fría.
Ahora que conoces las recetas de estas deliciosas galletas, es importante que estés al tanto de cuáles son los secretos de cocina que están detrás de ellas, para que el resultado final sea unas galletas perfectas, crujientes y con un hermoso aspecto.
Consejos
Si bien es cierto que, en el caso de las galletas, no es importante el orden en el que se integren los ingredientes de la masa, sí debes prestarle atención a que el resultado final sea una masa fina y de aspecto homogéneo.
Toma en consideración que, para algunas galletas, la masa debe quedar líquida. Por eso, será necesario que utilices una manga pastelera o una cuchara para darle forma. Sin embargo, todas las recetas que hemos compartido contigo el día de hoy, se pueden amasar con las manos.
Con relación al horneado, la recomendación es que lo hagas en un horno eléctrico o a gas, pero nunca en una microondas, ya que el resultado final no será el mismo. Además, deberás comenzar a calentar el horno, al menos unos 15 minutos antes de introducir en él las galletas.
Recuerda no abrir la puerta del horno mientras se estén cocinando las galletas, ya que hacer esto bajará la temperatura del horno de forma brusca. Puedes abrirlo en caso de que hayas introducido dos bandejas de galletas al mismo tiempo, solo para cambiarlas de posición, aunque lo más conveniente es hornear una a la vez.
Si usarás la misma bandeja para hornear otra tanda de galletas, es preferible que la dejes enfriar primero antes de colocar las galletas. De lo contrario, podría quemarse el borde de las mismas.
Con respecto al tiempo de horneado, aunque se ha dado un estimado, es importante que las vigiles constantemente, a fin de que no se pasen de cocción. Recuerda que unos hornos tienden a calentar más rápido que otros, y no querrás comer galletas quemadas y mucho menos servírselas a tus invitados.
