Cómo hacer pulpo

Me encanta el pulpo, sobre todo a la gallega, creo que es una receta sabrosa, rica y muy saludable. Se trata de un plato tradicional gallego cuyo consumo se ha extendido por toda España. Inicialmente esta receta sólo se preparaba en las ferias y romerías de Galicia y solía ir acompañado de las clásicas empanadas gallegas. Se cocina habitualmente en polbeiras, nombre con el que se conocen a las pulperas en gallego. A día de hoy se trata de un plato con un consumo muy extendido y que suele servirse como tapa en muchísimos bares de España.

Pulpo a la gallega.

El problema es que en muy pocos lugares lo ponen realmente rico, sin que quede excesivamente duro ni excesivamente blando. Bueno, a no ser que pagues un dineral por tomarlo o te vayas a comer una tarde a Galicia. Por este motivo creo que lo más fácil es que le perdamos el miedo a este plato y aprendamos a hacer pulpo en nuestra propia casa.

Parece existir una creencia generalizada que gira en torno a la manera de cocinarlo para que quede en su punto. Esta leyenda habla de la necesidad de golpear con insistencia al pobre animal para lograr que se ablande. Por suerte para nosotros, es simplemente eso, una leyenda. En este post aprenderás cómo hacer pulpo de una forma muy fácil y sin necesidad de transformar tu cocina en un ring donde el octópodo se convierta en tu adversario.

Veamos cómo hacerlo. ¡Comencemos!

¿Que necesitas para hacer pulpo?

 

Receta para 2 personas

  • Elaboración: fácil
  • Dificultad: baja
  • La receta será para más o menos personas dependiendo del tamaño del pulp

Vamos a necesitar los siguientes ingredientes

  • 1 pulpo
  • Sal
  • aceite de oliva virgen extra (opcional)
  • pimentón molido (opcional)

Instrucciones para hacer pulpo

Elaboración paso a paso

  1. Hemos de limpiar correctamente el pulpo. A pesar de que en las pescaderías lo hacen por nosotros, lo cierto es que con este animal sucede algo muy parecido a lo que pasa con los boquerones: que nos los limpian en la pescadería tan rápido que la mitad de las vísceras quedan dentro. No te preocupes porque es muy sencillo de hacer. Ponte unos guantes de goma y colócalo en el fregadero. Abre el agua y repasa sus tentáculos con calma para eliminar posibles restos de arena. Para finalizar dale la vuelta a la cabeza y retira las vísceras. De este modo evitaremos que el sabor se deforme.Cómo hacer pulpo
  2. A continuación cortamos las patas y la cabeza en trozos generosos y lo metemos en el congelador durante un par de días. De este modo lograremos que los tejidos fibrosos se rompan y nuestro pulpo quede muy tierno cuando vayamos a cocinarlo.
  3. Pasados dos días, meteremos los trozos en la nevera dentro de una fuente de cristal y dejaremos que se descongelen por sí solos. Dependiendo del tamaño del pulpo que hayas comprado este proceso puede alargarse entre 6 y 8 horas.pulpo
  4. Una vez se haya descongelado por completo sacamos el pulpo y lo reservamos. Mientras tanto ponemos a fuego alto una olla con mucho fondo y con bastante cantidad de agua, la suficiente para cubrir por completo al pulpo. Echamos sal y esperamos a que el agua rompa a hervir.
  5. Después sólo nos quedará bajar el fuego a temperatura media y meter nuestros trozos de pulpo en la cazuela. Hemos de calcular aproximadamente unos 10 minutos de cocción por cada kilo de pulpo que tengamos. Para asegurarnos de que el pulpo está en su punto, sólo es necesario pinchar una de sus patas con un tenedor o con una aguja de punto. La carne debe de atravesarse con facilidad pero sin llegar a quedar una textura excesivamente blanda.
  6. Ya sólo es necesario sacarlo de la cazuela y colocarlo en un escurre pasta bajo el fregadero con unos cuantos hielos para romper la cocción. Si no tenemos hielos podemos aplicar agua fría sobre el pulpo durante un buen rato.
  7. ¡Ahora sí que tenemos nuestro pulpo terminado!

Consejos para hacer pulpo

Consejos para presentarlo

  • Si quieres que todos los comensales se chupen los dedos te aconsejo presentarlo a modo de tapa. Parte los trozos más gruesos de las patas en rodajas de 1 cm de grosor aproximadamente y deja el resto un poquito más alargados para que se vea la forma de las patas.
  • Hierve una patata mediana por comensal y colócalas en rodajas sobre un plato. Báñalas con un chorro de aceite de oliva virgen y sitúa sobre ellas los trozos de pulpo.
  • Después, con una cucharilla de postre, echa un poco de pimentón sobre la mezcla dando pequeños golpecitos con el dejo a la cuchara para que el pimentón se esparza.
  • Vuelve a echar otro chorrito de aceite para darle color y remata el plato con sal gorda. No la cambies por sal fina, este tipo de sal es perfecta para el pulpo, realza su sabor y hace más sabroso cada mordisco.
  • Coloca unos cuantos palillos sobre algunas de las rodajas y deja el palillero cerca para que los comensales puedan cambiarlos cuando quieran.
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